En el PP siguen empeñados en lograr rédito político de la pandemia que nos asola, al estilo de un perro de presa: sin abrir la boca una vez que han mordido; en ese sentido, han pedido que se realice un estudio científico que analice la relación existente entre los contagios en Madrid y la
celebración de los actos y movilizaciones del 8-M (a algunos de los cuales, los representantes de ese partido asistieron, supuestamente contagiando de la misma manera que sindicalistas o feministas: los virus son apolíticos e incluso yo diría que asociales).
Pues bien, si Pablo Casado demanda datos científicos, aquí van algunos, de público conocimiento: según la prestigiosa revista médica británica The Lancet -ocupa el segundo lugar en factor de impacto a nivel mundial- las cifras estadísticas relativas a la morbilidad y mortalidad de la pandemia debida a COVID19 pueden resumirse así: en el 33% de las personas infectadas no hay
síntomas; el 55% presenta síntomas moderados (asimilables a los de una gripe común); en el 10%,
severos, y en el 5%, críticos. El 15% de los enfermos severos, y el 50%
de los críticos, mueren. Se deduce de éstas cifras (si no he hecho mal los cálculos) que el 4% de los infectados muere, o lo que es lo mismo, 1 de cada 25 contagiados. El problema evidente de fondo, como en todas las pandemias, son los contagiados asintomáticos o con síntomas moderados que pueden ser confundidos con otras patologías y es el problema de fondo porque ellos son los que -inconscientemente- llevan la muerte al mencionado 4% fatal: de ahí la justificación esencial de las radicales medidas de aislamiento y cuarentena que ha adoptado el gobierno.
Eso en cuanto a las cifras globales; vayamos ahora a las dos estrategias que se han demostrado científicamente como las más útiles para combatir la pandemia:
1ª) la podíamos describir como la aplicación de la fuerza bruta de forma radical: aislamiento total; ha sido así como las autoridades chinas han logrado revertir las cifras de la pandemia en Wuhan; aislamiento de todos y cada uno de los habitantes y asilamiento de toda una ciudad de millones de habitantes del resto de China y del mundo.
2ª) Pruebas masivas para detectar si cada persona está o no contagiada: idealmente una prueba a cada individuo; es la única forma de averiguar el grado real de extensión de la pandemia en cuanto que permite identificar a todos aquellos transmisores asintomáticos que constituyen el peligro mayor; ha sido la estrategia seguida desde el principio por Corea del Sur y que también se ha demostrado efectiva. (En el caso de España, con los anteriores porcentajes de mortalidad de la pandemia y teniendo en cuenta los 10.000 fallecimientos que se han atribuído a esa causa hasta el momento, deberíamos suponer una cifra mínima de 250.000 contagiados, no los 100.000 declarados oficialmente). Aquí un vistazo general del contexto y expectativas sobre la pandemia a nivel mundial.
Basándose en este resumen científico, que desde el PP nos iluminen con sus propuestas. Es hora de sumar, o mejor, de multiplicar esfuerzos; no de restar o dividir. A ver si podemos ganarle la carrera al virus.
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