jueves, 18 de agosto de 2011

Un deporte de hombres tuertos

Hasta hoy yo creía que lo de meter el dedo en el ojo (ajeno) no pasaba de ser una metáfora; Mourinho ha demostrado que no, que si de verdad se quiere molestar, se puede hacer realmente. En su personal opinión, -"yo estoy educado en la filosofía (sic) del fútbol, y el fútbol es para hombres"- meter su dedo en el ojo de alguien que provoque su irritación es algo viril y filosófico. Hace ya tiempo que creo que con estas "filosofías" el Real Madrid puede que venza -y aún le queda, para lograrlo con el Barça- pero nunca convencerá, parafraseando a un filósofo de los de verdad. ¿Donde está el caballero del honor que triunfa en buena lid defendiendo su color, el que cuando pierde da la mano sin envidias ni rencores, tal y como se menciona en el himno del Real Madrid?

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