miércoles, 15 de julio de 2020

El silencio en los medios

Es evidente que, a pesar del auge de las redes sociales, los medios continúan siendo la fuente de información y formadores de opinión prioritarios; los medios continúan en medio (valga la obvia redundancia) entre la realidad noticiable y el ciudadano receptor y destinatario de la noticia. Pero es sabido que cualquier intermediación pone y quita algo al mensaje, modifica la realidad de acuerdo al propio punto de vista del mensajero o a sus intereses (los de los propietarios de esos medios); todo ello es de sobra conocido en la teoría de la comunicación y el tratamiento de la información. Igualmente es conocida la más poderosa herramienta que poseen los medios para alterar, modificar y manipular la información: el silencio; efectivamente, la inexistencia de algo se asegura, esencialmente, con que nadie lo conozca. Esto es sabido desde la antiguedad, ya egipcios y romanos manejaban habitualmente la damnatio memoirae, una forma de borrar de la memoria a los así castigados y condenarlos a la ignorancia histórica, al perpetuo desconocimiento: era habitual que un faraón borrara de edificios y obeliscos las inscripciones con el nombre el aquellos predecesores con los cuales sus relaciones no habían sido especialmente amistosas; los romanos hicieron lo propio antes de que, recientemente, cuando la imagen fotográfica también se convirtió en información, Stalin -por ejemplo-  encargara reeditar las imágenes fotográficas de la Revolución Rusa, haciendo desaparecer de ellas, convenientemente, la figura de Trotsky; el que no sabe es como el que no ve, y si además de no ver tampoco oye, es dificilísimo que pueda llegar a saber.
Así es como los medios manipulan el conocimiento y la información inmediata con el poderoso recurso del silencio -lo que no sale en la tele no existe- y de ello existen pruebas a diario; pruebas que sólo pueden corroborarse, aún de forma minoritaria, debido a que existe una alternativa de información en las redes sociales: es fácil imaginarse un pasado en el que tales redes no existían y por tanto la opinión pública era conformada a diario y exclusivamente por los medios de comunicación incipientemente masivos, como era el caso del imperio mediático de Randolph Hearst, que dió lugar a un tipo específico de prensa, la amarilla, capaz de lanzar a su propio país a la guerra contra otros en nombre de la democracia (la guerra contra España en Cuba, por ejemplo) tal y como acabó siendo constumbre para EE.UU. en el siglo siguiente y hasta hoy; los medios como herramienta para una política expansionista y neocolonialista.
Que el silencio continúa siendo de uso habitual por los medios aquí y ahora es evidente; es fácil hacer un repaso frecuente de los mismos para comprobarlo (más allá de las burdas omisiones de todo lo relativo a ciertas fuerzas políticas en los noticiarios), generalmente utilizando una de las variantes más efectivas: el silencio relativo, que consiste en tratar masivamente -para saturar al receptor- reiterando noticias irrelevantes y sólo ocasionalmente las relevantes, cumpliendo así con la primera de las estrategias de la manipulación mediática enumeradas por Chomsky: la estrategia de la distracción. Por ejemplo, recientemente se ha excarcelado a los encausados y encarcelados -preventivamente o no, tras varios años- por los hechos acaecidos en dos asuntos distintos: el proceso independentista catalán y lo ocurrido en una pelea en un bar de Alsasua entre civiles y algunos miembros de la Guardia Civil; ambos casos han sido ampliamente recogidos en los medios. ¿Alguien diría que el hecho de que igualmente hayan sido excarcelados los condenados por el asunto de las tarjetas black ha sido tratado con la misma dedicación e intensidad mediáticas? (en Agosto de 2019 eran cuatro los que permanecían en prisión por este último caso, algunos de ellos fueron excarcelados después con la excusa de la pandemia de Covid19, que parece de exclusiva aplicación a delitos de corrupción); todos excepto uno, Rodrigo Rato (de una forma bastante particular); ¿alguien recuerda haber conocido por los medios que en 2018 la Audiencia Nacional decidió adelantar la excarcelación del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, que cumplió cinco de los 10 años de prisión a los que fue condenado?

martes, 14 de julio de 2020

El número importa

Eso aseguraba Rémy -profesor de Historia- en Las invasiones bárbaras; la tesis es que el número -la cantidad-  es determinante para explicar la Historia; por ejemplo, una vez muerto Mao,
el PCCh siguió presentándolo como un gran héroe, aún reconociendo algunos de sus fallos y errores; errores tales como que la industralización de China -el Gran Salto Adelante- conllevara la muerte de entre 20 y 45 millones de chinos entre 1958 y 1962, una población que hubiera supuesto la desaparición de países enteros, de no ser China un país con cientos de millones de habitantes, hoy no existiría: el tamaño importa, evidentemente.
Me ha recordado ésto de la importancia o peso del número, un titular relativo a los resultados electorales en las elecciones autonómicas del País Vasco: De las amenazas de ilegalización a liderar el bloque de la izquierda: EH Bildu rompe su techo electoral: el número a contribuído a legalizar y a dar respetabilidad política a las tesis políticas defendidas desde la izquierda independentista vasca: el número -de votantes, en éste caso- da y quita razones: es la democaracia, amigo.
Y no otra cosa que el peso numérico está en la explicación de la impunidad efectiva del PP ante sus casos de corrupción: en la sentencia 20/2018  sobre la trama Gürtel se enumeran 28 delitos de prevaricación penados con 194 años de inhabilitación para los condenados (la mayoría de ellos que pertenecientes al PP) y además, se detallan y sancionan 24 delitos de cohecho que recaen sobre 12 personas, 26 de blanqueo, 36 de malversación y 20 delitos contra la Hacienda Pública, con un total de 165 penas; siendo así que la legislación vigente (Ley Orgánica 6/2002, de Partidos Políticos),  permitiría haber dado comienzo en base a ésto a un proceso de ilegalización del PP, ya que el Articulo 10 prevé esa posibilidad cuando -entre otros supuestos también aplicables- un partido político incurra en supuestos tipificados como asociación ilícita en el Código Penal, ¿porqué no se ha contemplado siquiera tal ilegalización? seguramente por que hubiera sido difícil ilegalizar a un partido que además de ser la fuerza mayoritaria en ese momento en el Congreso de los Diputados, integraba también el gobierno de España: mientras el PP, a pesar de lo expuesto, continúe siendo votado, es improbable que se produzca algún cambio notable en ese sentido.
Los principios éticos y jurídicos -el primero, lo de la Justicia igual para todos, por ejemplo- son sólo eso, principios, los finales son los que se dan en la realidad. Y entre ambos a veces hay el mismo parecido que entre un huevo y una castaña.
En todo caso, espero que EH Bildu haga mejor uso del efecto número que el PP; para que, al menos, podamos apreciar en la realidad algunas diferencias políticas entre algunas izquierdas y algunas derechas.

lunes, 13 de julio de 2020

Emérito

Un emérito (del latín ex, por, y meritus, mérito; 'por mérito, debido al mérito') es aquella persona que, después de haberse retirado del cargo que ocupaba, disfruta de beneficios derivados de una profesión, como reconocimiento a sus buenos servicios en la misma.
Si nos atuviéramos a esa definición ¿las comisiones por intermediación en ventas y proyectos resultarían ser beneficios derivados de una profesión, la de rey, en el caso de Juan Carlos I?; ¿el reconocimiento a sus buenos servicios resultó ser la abdicación, para que su sucesor continuara, igualmente, como prestador de esos servicios tan buenos? Y, como pregunta para nota: ¿quien decidió que el Jefe del Estado Español durante cuarenta años, al dejar de serlo por causas concomitantes -y todas ellas de difícil explicación- debería pasar a denominarse emérito, al igual que un Papa que dejó de serlo?; Benedicto XVI alegó para su renuncia falta de fuerzas, los españoles no sabemos a ciencia cierta -aunque muchos lo sospechamos- la causa de la abdicación de Juan Carlos I; que su hijo estuviera ya -en opinión de su padre-  maduro y preparado no parece razón suficiente, seguramente con posterioridad hubiera estado más maduro y -con suerte- más preparao.
A la vista de lo que hoy se sabe sobre la conducta del rey emérito durante su ejercicio como Jefe del Estado español, alguien debería enmendar institucionalmente tal disparate titular e, igualmente, con los datos conocidos sobre su fortuna personal, debería suspenderse cualquier retribución a él destinada con cargo al Estado, en tanto se averigua, clarifica y justifica la procedencia de tal fortuna y los medios empleados para conseguirla. Y de probarse que estos fueron ilícitos, lo procedente sería tomar como ejemplo lo que ya dictaminaron las Cortes Constituyentes de la II República respecto a parecida conducta de su abuelo, Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena (Alfonso XIII): ... de todos los bienes, derechos y acciones de su propiedad, que se encuentren en el territorio nacional, se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba darles, siendo preferente el de responder a los perjuicios causados a la Administración pública por los actos de inmoralidad administrativa, en los que fue notorio su influjo durante las dictaduras. Actualizado a la nueva normalidad, para ver que bienes existen a su nombre en Suiza y Panamá.

sábado, 4 de julio de 2020

Herencias

Nadie  es responsable de sus padres y, con algún matiz, la inversa es igualmente cierta: ningún padre es responsable de sus hijos. Igualmente es cierto que ningún hijo hereda más que algunos de los bienes materiales de sus padres; es más, los hijos tarambainas de padres famosos son más frecuentes de lo que la estadística dictamina; la ley de los grandes números  no debe ser la responsable de lograr la media por la vía rápida.
Creo que a Adolfo Suárez González hay que reconocerle, al menos, sagacidad y arrojo; puede que no fueran suficientes para traer a España los cambios políticos necesarios para este país, pero encontró también -empleando la mencionada sagacidad- la manera de vendernos que eran lo mejor posible, dadas las cicunstancias (que, objetivamente, no eran las ideales para un verdadero cambio político). Con su hijo, Adolfo Suárez Illana, no ocurre lo mismo: no sólo es que la sagacidad y el arrojo brillen por su ausencia en su persona -yo no diría que su afición por la caza y sus intentos de ser torero o militar sean muestra ni de lo uno ni de lo otro- es que tampoco es conocida alguna otra virtud que atribuírle, salvo ser hijo de quien es. Tras un intento -desastroso- de probar suerte política en las elecciones a diputado por el PP en Albacete, en 2003, se retiró de la política supuestamente consciente de sus limitaciones. Hasta que fué rescatado por el actual líder del PP, Pablo Casado -ese dirigente con vocación de cazatalentos- seguramente abrumado por los conocimientos sociológicos y antropológicos de Suarez Illana; méritos que debieron parecerle suficientes a Casado para incluírle como número 3 en la lista por Madrid al Congreso de los Diputados en las segundas eleeciones de 2019 (había ido como número 2 en las anteriores), lista que encabezaba el propio Casado. Con ese posicionamiento tan acorde a sus méritos era difícil no acabar en el Congreso, y fué lo que finalmente y sin remedio ocurrió; ya antes y sin esperar a la acumulación de más méritos -tales como asumir un heróico y grave riesgo de tortícolis ante la intevencion de los miembros de EH Bildu en el Congreso- Casado había nombrado a Suarez Illana, en 2018, presidente de la  Fundación Concordia y Libertad del Partido Popular (absorviendo una previa, denominada Humanismo y Democracia), que recibe cada año más de 458.000 euros de la Comunidad de Madrid (con gobierno del PP) por gestionar dos Centros de Participación e Integración de Inmigrantes (CEPI); Humanismo, Concordia, Libertad, Participación, Integración, Inmigrantes, ¿quién mejor que quien aseguró que La Transición supuso un abrazo de perdón entre los que mataron y los que murieron? (supongo que los muertos son abrazables, otras cosa es que ellos puedan hacer lo mismo por su propia voluntad). Sí, pásanos poco (inmigrantes incluídos).

miércoles, 1 de julio de 2020

Mejor que un sudoku

...que a mí siempre me ha parecido mejor sodoku que sudoku y tiendo a adoptar mi propia versión en cuanto me descuido. Bien, el hecho es que un sudoku no es nada -en cuanto a ejercicio mental- con el descifrado sintáctico -para empezar- de algunas de las frases de Mariano Rajoy en campaña; yo ahora echo de menos los filetes de hígado que mi madre curtía a modo en la sartén para proporcionar a mi cuerpo el hierro y otros nutrientes de los que parece que andaba necesitado de crío: nunca sabes que es lo que echarás de menos en el futuro aunque a día de hoy lo aborrezcas. No sé a que venía este inserto de memoria: Rajoy tiene en mí -y en otros, por lo que dicen- este efecto.
Y como estábamos desentrenados en tratar de comprender las complejas relaciones alcaldo-vecinales y la mucho españolidad de los españoles, a la mayoría nos ha cogido por sorpresa la última perla de Rajoy en la campaña de Feijoo (se supone que también del PP, aunque eso no se declara explícitamente) en Galicia: Muy pocos son los que hoy no convienen con todos en que Galicia mejoró y mucho desde entonces. Pocos tienen que ser, efectivamente, si todos convienen -entre sí, supongo- en que Galicia mejoró tanto, pero para eso debemos recurrir no sólo a la sintaxis gramatical, también al álgebra de conjuntos, cosa que en un sudoku ni de lejos. Y ya para nota lo de precisar -el mucho- cuanto mejoró y/o cuanto hubiera podido mejorar Galicia sin el PP; yo no lo he intentado, pero seguro que ni con ecuaciones diferenciales. Y precisar, igualmente, cuando fué entonces, quizá aplicando la teoría de cuerdas en un espacio-tiempo n-dimensional. Para que luego haya quien pregunte para qué sirve un registrador de la propiedad jubilado.