martes, 11 de enero de 2022

Pecito (4)

El otro día, tras unos desagradables ajustes hepáticos -me extirparon la vesícula biliar (colecistectomía por laparoscopia, en jerga médica) hace un par de años- me dirigí a mi cuerpo con la idea de reactivar el ancestral modo automático de funcionamiento, en el que confío seguramente más que en los modernos recursos de la medicina; fué algo innecesario: los automatismos, en primer lugar son automáticos, evidentemente. En todo caso, vine a decirle: tú ya sabes lo que hay que hacer. Lo bueno es que unos instantes tras la interpelación, oí claramente que mi cuerpo respondía: sí, sé lo que hay que hacer y mientras pueda lo haré; pero no olvides que soy perecedero.
 
(Recordando a Rafael Sánchez Ferlosio y a sus siempre vigentes pecios)

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