En Septiembre de 1935 el Estado alemán -bajo control del partido nazi- promulgó la Ley de ciudadanía del Reich y la Ley para la protección de la sangre y el honor alemanes, ambas forman el núcleo principal de las conocidas como Leyes de Núremberg; estas leyes fueron el comienzo de la discriminación y persecución legal del colectivo judío en Alemania (los judíos representaban un 0,75% de la población alemana en 1933). La Ley de Ciudadanía del Reich, establecía que se consideraba Ciudadano
del Reich solamente a quien tuviera sangre alemana o afinidad con
ella; solamente los ciudadanos del Reich poseían derechos políticos
íntegros, de acuerdo con estas leyes, que fueron establecidadas basándose en que la pureza de la sangre alemana constituye una condición previa para la
continuación de la existencia del pueblo alemán.
Más de tres cuartos de siglo después, el Estado de Israel -con el partido derechista Likud encabezando allí el actual gobierno- tiene intención de aprobar una ley que sancione la segregación étnica entre judíos y no judíos (los árabes representan aproximadamente un 20% de los actuales ciudadanos del Estado de Israel). En concreto, en el artículo 7 de esa ley se afirma que se autoriza a una comunidad compuesta de gente
que tiene la misma fe y nacionalidad a que mantenga el carácter
exclusivo de esa comunidad. Esta ley justificaría legalmente la segregación de las comunidades en función de su religión lo que, de hecho, ocurre prácticamente desde la formación del Estado de Israel en 1948.
Porque, efectivamente, el Estado de Israel se formó al lograr el movimiento sionista apoyo internacional a sus tesis, en un intento de solución del milenario problema del pueblo judío -un pueblo sin tierra, como los kurdos hoy- y, seguramente, como compensación a los padecimientos e ignominia del Holocausto; en 1947 las Naciones Unidas aprobaron la partición de Palestina, bajo mandato colonial británico, en dos Estados, uno judío y otro árabe, sin haber logrado previamente un acuerdo entre las partes ya en conflicto, árabes e israelíes. Israel ha ampliado -y ocupado- varias veces el territorio reconocido por las Naciones Unidas en 1947 tras sucesivos conflictos militares (1948, 1956, 1967) entre el Estado de Israel y los Estados árabes limítrofes, ampliaciones que no fueron reconocidas por las Naciones Unidas y que dieron lugar a las correspondientes Resoluciones por parte de esta organización internacional, de las que el Estado de Israel siempre hizo caso omiso, ignorando especialmente y de forma deliberada varias de ellas relativas a los ilegales asentamientos de judíos en territorios palestinos ocupados militarmente por Israel. Hoy día, la franja de Gaza es lo más parecido que existe al gueto de Varsovia de 1944.
Un reciente estudio sobre abusadores y violadores ha concluido que el 100% de estos fueron niños abusados, algo que simplemente constituye una sospecha confirmada.
El ser humano es complejo, pero, a la vez, transparente; siempre rehén del eterno retorno.
El ser humano es complejo, pero, a la vez, transparente; siempre rehén del eterno retorno.
Muy breve su explicación, es buena introducción, la realidad es que es un problema más complejo y muy antiguo
ResponderEliminarYa sé que es un problema muy complejo para tan poco espacio (procuro ser breve); sólo he intentado aportar otra visión o explicación respecto a los roles de víctima y verdugo.
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