A los habituales -pero nunca demostrados- argumentos sobre el ahorro
energético que reporta nuestra anormal adscripción horaria a la
de la Europa central -no a la de Greenwich- se añade el de
Jesús Mallol, expresado en una carta en la sección de Cartas al
Director de El País: "las
empresas y las personas funcionan con nuestro mismo horario" (aunque más exacto sería decir que nosotros con el suyo). O sea, que con
independencia de nuestra posición geográfica que impone el lógico ritmo
circadiano a las personas que vivimos en éste país, debemos acomodar
nuestro horario al que las empresas consideren de interés para sus
intercambios comerciales con el exterior. Si ésta fuera la razón de
fondo, nuestro horario actual no resulta nada malo en comparación con lo
que ocurrirá cuando China sea definitivamente la primera potencia
económica mundial: veo a todos los españoles trabajando de noche y
durmiendo de día, como los muciélagos.
¿Compensa realmente siquiera el plantearlo? Creo que no, remata su carta el señor Mallol; claro, claro: el negocio lo primero.
http://elpais.com/elpais/2015/03/30/opinion/1427733950_316705.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Hora_central_europea
¿Compensa realmente siquiera el plantearlo? Creo que no, remata su carta el señor Mallol; claro, claro: el negocio lo primero.
http://elpais.com/elpais/2015/03/30/opinion/1427733950_316705.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Hora_central_europea