Regeneración
es una palabra tanto o más utilizada que cambio por la actual clase
política y tiene sobre ella la ventaja de un nosequé científico que la
hace más vendible: en biología, regeneración significa la
reconstrucción que hace un organismo vivo por sí mismo de sus partes
perdidas o dañadas. Si asimilamos los partidos políticos a organismos
vivos, la polisemia estaría justificada, lo malo es que en los partidos
políticos, además de partes perdidas y dañadas, es evidente que hay
partes que nunca llegaron a existir y mal podrían regenerarse y, además, la historia demuestra que raramente un
grupo político se ha regenerado si ello implicaba perder influencia y
poder; siempre fueron fuerzas y factores externos los que provocaron su
regeneración y, en caso de una regeneración imposibe, su extinción.
Y
para prueba de lo que tanto en el PP como en el PSOE entienden por
regeneración tenemos en el primer caso el previsto intento de pucherazo
municipalista -extensible al resto de administraciones si les saliera
bien en los ayuntamientos- y en el segundo el "consejo" del nuevo lider del PSOE a los
socialistas catalanes: pactar con CiU -con la que les está cayendo- si
éstos son abandonados por ERC, para aprobar los próximos presupuestos de
Cataluña.
Lo que sí parece que llevamos bastante avanzado es el camino que nos ha de conducir a usar palabras vacías de significado, asémicas (la palabra asemia aún no figura en el Diccionario de la RAE, pero no creo que tarde).
Lo que sí parece que llevamos bastante avanzado es el camino que nos ha de conducir a usar palabras vacías de significado, asémicas (la palabra asemia aún no figura en el Diccionario de la RAE, pero no creo que tarde).
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