Excesivo y tremendo le parece a Gonzalo Moliner, actual presidente
del Consejo General del Poder Judicial, tener que viajar en clase
turista en el AVE. Según él, no es porque personalmente eche de menos
las gollerías a que se tiene derecho en la clase business, si no
porque entiende que el cargo que ostenta lo necesita, necesita la
ostentación y el boato de lo mejor para que el cargo -que no él- goce
del reconocimiento debido a un presidente del CGPJ.
Yo creo que lo esencial para que ese cargo tenga reconocimiento lo
debe lograr el propio señor Moliner, realizando el trabajo que de él
como juez se espera. Lo accesorio -y prescindible- es la categoría del
asiento en que viaje en el AVE que, por cierto, es suficientemente
digna, ¿o no cree que la austeridad por parte de cargos de
responsabilidad es obligada -por ejemplarizante- en los tiempos que
corren?.
http://elpais.com/elpais/2012/12/24/opinion/1356365191_256007.html
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