Al parecer el Ayuntamiento de Madrid ha reducido en un tercio el gasto en iluminación navideña; antes se gastaban 4,5 millones de euros y este año está previsto gastar 3 millones. Pero, teniendo en cuenta las actuales circunstancias de crisis económica, yo me pregunto: ¿es inevitable festejar con bombillas un evento para el que muchos no disponen de lo indispensable, ni siquiera a diario?.
Es por ello que propongo que el Ayuntamiento de Madrid, a través de su departamento encargado de las prestaciones sociales de carácter económico para situaciones de especial necesidad y/o emergencia social y utilizando el baremo ya establecido de beneficiarios (personas físicas para sí o para su unidad familiar), utilice esos tres millones de euros previstos para iluminación navideñas en repartir 10.000 pagas extraordinarias de Navidad de 300 euros, entre los ya evaluados por ese departamento como más necesitados y que totalicen 10 puntos en el mencionado baremo. Si en este grupo hubiera más de 10.000 beneficiarios se procedería a un sorteo entre ellos, en caso contrario, se continuaría con el reparto de las pagas a los beneficiarios calificados con inferior puntuación.
Creo que, además de pedir -como el alcalde de Madrid ha hecho recientemente- la intercesión de la Virgen de la Almudena para evitar que los sacrificios recaigan en los más necesitados de solidaridad, la medida complementaria propuesta sería seguramente más inmediata y eficaz, además de iluminarnos -más que las bombillas de colores- y alegrarnos la Navidad a todos, creyentes o no.
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