jueves, 10 de agosto de 2017

Éramos pocos...

...y parió la abuela. Gaspar Llamazares y Baltasar Garzón -ya hay quien ha echado de menos a algún Melchor en el grupo dirigente, aunque sólo fuera por la magia- han inscrito un nuevo partido, de nombre Actúa que, de momento, aseguran sus responsables, no pretende presentarse a elecciones al menos hasta 2019; parece que sólo ha sido una operación de reserva de nombre, para que no se lo apropiaran otros, se vé que a nadie se le había ocurrido Actúa y debe ser muy goloso desde el punto de vista del marketing (a mí se me ocurre un nombre aún más marketinero, más corto: Haz (así o entre signos de admiración, más imperativo); si no fuera por las connotaciones falangistas...). Bien ¿y hasta 2019?; pues según Llamazares se utilizará Actúa como un espacio de reflexión ante la urgencia de un cambio político. O sea, que un nuevo partido que se dice de izquierdas necesita reflexionar dos años sobre esa urgencia para intentar después defenderla en las urnas. Aunque hay que tener presente que Llamazares también se ha puesto deberes en Actúa: sitúar en primer término de la acción de gobierno la garantía de derechos y libertades, así como los principios de justicia social y democracia...porque no caben más cosas en dos años, que si no... ¡y yo creyendo que todo ello ya estaba reflexionado y situado en su sitio!
Ha precisado Llamazares que la evolución de Actúa depende en buena parte de la evolución de la propia izquierda. Y de los nuevos partidos que puedan surgir -y evolucionar- también en la izquierda o en sus proximidades, supongo. Se vé que la semántica del nombre Unidos Podemos es algo confusa.

martes, 8 de agosto de 2017

Revolucionaria

¡Qué atrevida es la juventud, sobre todo acompañada de la  ignorancia! Bien eso, o que en el PP aprovechan el hueco veraniego para lanzar mensajes acogidos a alguno de los once principios de la propaganda atribuídos a Goebbels, convencidos de que algo queda, por disparatado que parezca. Pues nada, que Andrea Levy, a sus 33 años, nos informa de que La Casa de Bernarda Alba quizá sea el libro que me ha hecho reivindicativa y revolucionaria, lo que, en una sóla frase, nos ha puesto al día de que no sólo el Partido Popular, prototipo de partido casposamente conservador, cuyos fundadores descendían ideológicamente por línea directa de quienes asesinaron al autor de La Casa de Bernarda Alba, puede estar liderado por revolucionari@s -nada menos- sino que Andrea Levy también es reivindicativa (al menos ella se reivindica a sí misma, o bien no tiene abuela) y, sobre todo, que prefiere leer teatro que verlo y oírlo; puede que para asimilar mejor el texto. Quizá haya sido el peso de la denominación de su cargo (vicesecretaria de Estudios y Programas) lo que la haya obligado a semejante alarde cultural.  Pero no sólo, -ya que se ha puesto a ello- político también.
Levy nos informa, además, que su primer libro fue El Principito,  y que lo leyó en francés -normal, siendo hija de buena familia y pija acreditada- antes de explicar que lee últimamente mucho ensayo político, sin mencionar, en éste caso, ningún ejemplo, ¡lástima!. Estoy dejando la lista de deseos para las vacaciones que pueda -alamojó- tener en agosto, pero suelo combinar (ella debe ser bastante de combinar, ropa, sobre todo). Soy muy de novela porque las puedes leer sin un bolígrafo en la mano (!!). Que, miedo me ha dado la imagen de Andrea Levy con un bolígrafo en la mano; a saber: lo mismo escribe cosas, y no sólo las dice.
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 P.S.: ...ignoro si debido a la intención de hacer más ruido utilizando el tradicional sostenella y no enmendalla o bien debido a que a la señora Levy le haya sentado mal tanto ensayo político revuelto, el hecho es que después de su adscripción revolucionaria personal, ahora nos enteramos de que, según ella, los partidos de derechas también pueden ser revolucionarios; lo que me deja tranquilo a medias: parece que el PP continúa siendo de derechas, pero me intranquiliza que, además, sea revolucionario: todo un oxímoron. Pero es que, según ella, el PP es revolucionario cuando, por ejemplo,  apuesta por llevar a cabo determinadas políticas en su país o al darle la vuelta al mercado laboral (!!). De susto en susto con la señora Levy, ¿que sería si el PP decidiera hacer políticas indeterminadas o diera dos veces la vuelta al mercado laboral (como Pinochet, que daba giros de 360º a sus políticas, que 180º le parecían pocos grados)?; menos mal que tenemos otras fuentes de información donde también se definen los movimientos reaccionarios o contrarrevolucionarios. Matiza Levy su pensamiento indicando que ser revolucionaria es transgredir sus (las, supongo; transgredir las de otros debe ser más fácil) propias convicciones; cada uno puede sentir la revolución en su propio mundo, como una gesta, como algo diferente. Lo desmenuzaré con calma, por si encuentro sentido a esas palabras o lo buscaré en Internet, por si ya lo tienen traducido.  Finalmente nos participa Levy: Cuando uno no es revolucionario de izquierdas ya parece que no se es revolucionario, ¿por qué será?

¿Crisis?

Crisis es una palabra que parece inventada para poner nervioso al personal ya que hace referencia a la propia esencia mutable todo lo que nos rodea, a los cambios: sí, una crisis puede ser previsible, como el clima, pero a la vez variable, como el tiempo atmosférico; existen las crisis como existen los sismos debidos al lento progreso de las placas tectónicas de la superficie terrestre, acumulando energía potencial que se libera -generalmente de manera catastrófica e inmanejable- de cuando en cuando: ahí está el problema, que no se sabe exactamente cuando se producirá la siguiente crisis. Si nos centramos en la economía, la teoría de las crisis cíclicas fundada en los razonamientos básicos de Karl Marx -lo siento por los neoliberales, la Biblia económica continúa siendo hoy El capital, de Marx- afirma que éstas son debidas a ciclos económicos propios del capitalismo e, incluso, acota las duraciones intercrisis: actualmente se admite que se superponen ciclos muy cortos -40 meses-, ciclos cortos -de 8 a 22 años- y, finalmente, otros ciclos más largos que actúan como consolidadores de los dos ciclos anteriores y que tienen una duración de 40 a 50 años. ¿Porqué ésta falta de precisión o indeterminación en la duración de los ciclos?, no parece debido a que la economía sea una ciencia muy poco científica y especialista en predecir el pasado -como algunos malintencionados aprovecharán a decir- si no porque, según Schumpeter, los ciclos dependen de dos factores determinantes: la innovación y los emprendedores -los vivos aplicadores de las innovaciones teóricas en la práctica- y ambos aparecen de manera discontinua e impredecible; una innovación específica puede producir una agrupación de innovaciones derivadas; resultado: un imprevisto acelerón del correspondiente ciclo, sobre todo si, de forma simultánea, se dan emprendedores de visión estratégica (quiero decir, no del tipo Bárcenas).
Así, cuando alguien se plantea algunas sencillas preguntas tales como ¿en que ciclo estamos? ¿cuando finalizará?, y, sobre todo, ¿por qué aún no ha terminado la crisis económica diez años después de que se iniciara?, corre el peligro de recibir la extensa y pormenorizada respuesta de cualquier experto en la teoría de Schumpeter y posteriores, con razonamientos que atienden bien al estancamiento secular o a su lastre (excrecencias sistémicas que no dejan fluir suave y naturalmente los ciclos) achacando el anormal comportamiento del actual ciclo a una política monetaria asimétrica y/o a una desregulación financiera tan corta de vista que se podría denominar ciega. Siendo todas ellas posibles explicaciones funcionales, quizá la explicación real podría ser más sencilla -los modelos científicos más sencillos tienen más posibilidades de ajustarse a la verdad-  volviendo al final de la definición de crisis: Si los cambios son profundos, súbitos y violentos, y sobre todo, traen consecuencias trascendentales, van más allá de una crisis y se pueden denominar revolución. ¿No será que, en realidad, estamos sobre la ola de un tsunami producto del colapso de un sistema económico que hasta la caída del muro de Berlín fué -con sus carencias e imperfecciones- la alternativa al capitalismo salvaje -autodestructor a medio y largo plazo- que se hizo heredero del planeta hasta hoy día, como amo y señor de toda la Humanidad? ¿Y que no se trate, pues, de medir la temperatura -cuando volvamos a considerar que 1.000 euros es un salario posible, cuando se podrá dejar de ser, simultáneamente, trabajador y pobre- para saber en qué fase de qué ciclo estamos  sino en asumir y ser conscientes de que estamos inmersos en una revolución que implica un cambio en el modelo socioéconómico global, a cuyas últimas y negativas consecuencias aún no hemos llegado? ¿Y de estudiar las posibles alternativas al pensamiento único que rige hoy día y que evite las desastrosas perspectivas que hoy vislumbran la mayoría de los seres humanos?
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla, escribió Albert Einstein.

lunes, 7 de agosto de 2017

La primera víctima

Sí, es sabido que en cualquier guerra, la primera víctima es la verdad; o si queremos posar como conocedores estratégicos, el primer arma a utilizar por cualquier ejército es la desinformación. Del enemigo, a ser posible. (Franco finalizaba una de sus primeras proclamas de la guerra civil: sabremos salvar cuanto sea compatible con la paz interior de España y su anhelada grandeza, haciendo reales en nuestra Patria, por primera vez y en este orden, la trilogía fraternidad, libertad, e igualdad. En ese orden: parece que Franco anhelaba, sobre todo, la  fraternidad; hermanó a media España en el cementerio o en las cunetas; al parecer  la consideraba incompatible con su paz interior; la de la otra  media España, supongo).
Es por ello que todo lo que sabemos de la intentona golpista de 20 militares -o paramilitares, o ambos- al mando de un un antiguo ex-capitán de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) -o de la Guardia Nacional Bolivariana, GNB, según otros medios-  que abandonó el Ejército -ó la GNB- en 2014 y que, al parecer, estaba siendo buscado por su presunta participación anterior en un intento de derrocar a Nicolás Maduro, es que ha fracasado al ser repelida por las fuerzas militares leales al Gobierno venezolano.
En la España de 1932 -en la noche del 9 al 10 de Agosto, hace por tanto casi exactamente 85 años- las fuerzas conservadoras, derechistas y reaccionarias intentaron su primer golpe militar contra la República, que fracasó -fué aún más chapucero que el de 1936- y el general Sanjurjo  su cabeza visible, tuvo que asumir las consecuencias: fué juzgado y condenado a muerte, pena que le fué conmutada por la de cadena perpetua y finalmente amnistiado en 1933, sólo un año después, por un gobierno radical-cedista. Relata  Azaña que al declarar arrestado inmediatamente después del golpe en la Dirección General de Seguridad, el general comentó al juez ¡que sueño tengo!; Azaña, siempre mordaz, no pudo dejar de acotar: me figuro como estará, él, tan torpón de ordinario.
Y lo cierto es que aunque me gustaría dejar aquí de establecer paralelismos entre la situación actual en Venezuela y la de aquella España, la deriva internacional y la información aparecida en algunos medios me lo impide.

domingo, 6 de agosto de 2017

Apología del fascismo

Dirigentes de Falange Española de las JONS pretenden que cantar el Cara al Sol o exhibir banderas rojinegras con el yugo y las flechas no sea sancionable al poder ser considerados como expresiones ofensivas, vejatorias o atentatorias contra la dignidad de las víctimas de la guerra civil o la dictadura franquista ... cuando estas categorías de conductas no puedan ser tipificadas como delito de incitación al odio, tal y como pretende legislar el Gobierno de Aragón. Según alegan los dirigentes falangistas, el proyecto de ley puede poner en riesgo la libertad de actuación política de nuestro partido, suponiendo ello un menoscabo al pluralismo político consagrado en la Constitución Española como valor fundamental de nuestro ordenamiento jurídico, además de presentar claros indicios de inconstitucionalidad y entrañar el riesgo de impedir el ejercicio de algunos de sus derechos fundamentales a los afiliados, simpatizantes y votantes de nuestro partido.
En Alemania, el Tribunal Constitucional ha rechazado recientemente la ilegalización del NPD, el principal partido neonazi; aunque es interesante conocer la causa: el NPD, con 5.000 afiliados es políticamente irrelevante; los jueces del TC manifiestan que el ideario político de ese partido desprecia la dignidad humana y es incompatible con los principios de la democracia, pero reconocen que no hay indicios de que pueda llevar adelante sus propósitos inconstitucionales; quiere ésto decir que en Alemania rige una de las doctrinas jurídicas más tolerante y abierta respecto a la democracia y al pluralismo político. Sin embargo, la apología del nazismo está tipificada como delito en el Código Penal alemán (al igual que en Italia y Francia, también en España, pero parece que sólo teóricamente), que prevé un castigo que va de una multa en los casos leves a tres años de prisión en casos graves. Por ello la policía alemana ha arrestado el pasado sábado a dos turistas chinos por hacer el saludo nazi frente al edificio del Reichstag que alberga al parlamento alemán. La Policía de Berlín confirma que detuvieron a los dos hombres, de 36 y 49 años, después de que fueran vistos ejecutando el saludo nazi y fotografiándose con sus teléfonos móviles. Su comportamiento ha sido motivo suficiente para que se les imputara el uso  símbolos de organizaciones ilegales y aunque han quedado finalmente en libertad, han tenido que pagar 500 euros cada uno como fianza. No es el primer caso en que ciudadanos alemanes o extranjeros se han encontrado con problemas derivados de comportamientos similares;  en 1998, por ejemplo, un grupo de 70 ultras sur fueron enviados de vuelta a España minutos después de pisar Colonia  porque gritaron Heil Hitler  saludando al estilo fascista al llegar al aeropuerto de esa ciudad: tenían esa costumbre, que en España era -y es- gratis.