jueves, 26 de febrero de 2015

Actitudes y aptitudes

Tarde venís, pero venís, parece que le espetó Hitler al diputado socialdemócrata Wells en el Reichstag, poco antes de proceder a su disolución agitando el espantajo del peligro comunista al que achacaron el incendio del propio Reichstag. Hasta un dicatador en ciernes comprendía que jugando con las reglas de la democracia, eso era lo más que le podía decir a un diputado electo en el parlamento, por mucho que le incomodaran sus palabras: tarde venís, pero venís -y habláis- no puedo impedirlo.
El señor Rajoy, sin embargo, con una insoportable actitud de matón barriobajero le ha dicho al lider de la oposición que debería abtenerse de volver al Congreso de los Diputados, como si ese centro depositario de la soberanía nacional fuera suyo en propiedad. Hay actitudes -con independencia de las aptitudes, que han sido bastante pocas, en éste caso- que denotan toda la ideología que subyace en quien las manifiesta.

Cataluña y Ferrusola

Marta Ferrusola, mujer del ex-presidente de la Generalidad de Cataluña, ha concluído su comparecencia ante el Parlamento catalán manifestando que "esto (las preguntas de los parlamentarios catalanes) da pena, Cataluña no se merece esto".
Ambrose Bierce, en su Diccionario del Diablo, define patriotismo como basura combustible destinada a iluminar el nombre de cualquier ambicioso, además de ser el primer y último refugio de cualquier sinvergüenza y patriota como el que considera superiores los intereses particulares a los intereses generales, juguete de políticos e instrumento de conquistadores"
En todo caso, tengo que dar la razón a la señora Ferrusola, no creo que Cataluña se merezca ser identificada con el clan Pujol-Ferrusola.

sábado, 21 de febrero de 2015

Por un duro

Estoy de acuerdo con el reciente cambio de política de la DGT consistente en trasladar los radares móviles a las carreteras secundarias; aunque la velocidad no es la única causa de accidentalidad -especialmente en éstas vías- es evidente que es en las carreteras secundarias donde se produce el mayor porcentaje de víctimas por accidentes de tráfico. Ahora bien, si ésto ha sido siempre así, ¿que ha hecho que la DGT, que siempre ha negado fines recaudatorios en las sanciones de tráfico, finalmente sea consciente de la realidad?, ¿no será la proximidad de elecciones?.
En los tiempos de la Restauración eran señoritos, terratenientes, potentados y políticos de intereses inconfesables los los que compraban los votos por un duro; parece que la vieja política ha cambiado poco, aunque ahora parece que son sólo los últimos los encargados de llevarla a cabo.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Haciendo números

Mientras vemos a preferentistas reclamar en la calle lo que les estafaron -seguramente pronto será difícil por ilegal o por imposiblidad física de los estafados, cuya media de edad es elevada- nos enteramos que Gerardo Díaz Ferrán, que fué presidente de CEOE,  ese que nos decía que había que trabajar más y cobrar menos mientras vaciaba de fondos sus empresas y dejaba a sus empleados en la calle, gastó entre marzo de 2008 y octubre de 2009 -con cargo a su tarjeta oscura- la bonita suma de 80.000 euros, pagando 54 comidas en los restaurantes Cantoblanco, propiedad de su concuñado, Arturo Fernández -hasta hace poco presidente de CEIM- quien, por su parte, hacía lo propio. Mediante una sencilla división comprobamos que cada una de esas 54 comidas importó unos 1500 euros de media; a 100 euros por cubierto -que ya es comer bien- resulta también que debía pagar, además del suyo, el de 14 invitados...pero no sigamos haciendo números: puedo acabar acusado de terrorismo epistolar y limpiando ventanas en Soto del Real, al lado del señor Díaz Ferrán. Y no creo que con éstos antecedentes me invitara ni a un vaso de agua en el economato de la prisión.

Regeneración y renovación

Joaquín Costa, una de las figuras más representativas del movimiento conocido como regeneracionismo español -hace más de cien años- ya añadía como colofón a un manifiesto de once puntos que condensaba su pensamiento político, la inexcusable necesidad de renovación de todo el personal gobernante de los últimos veinticinco años: su condición de aragonés le impedía andarse con paños calientes.
Un siglo después, y si quisiéramos ser igualmente concluyentes, tampoco deberíamos esperar del actual bipartidsimo que la regeneración -que, de antiguo, es el antónimo de  corrupción- provenga de quienes deben regenerarse, ya que, al igual que ocurría con el bipartidismo de entonces, la regeneración pasa por la renovación. Las declaraciones de autoregeneración tanto del PP como del PSOE -perdón, del "nuevo" PSOE- tienen la misma credibilidad que las declaraciones de arrepentimiento y rectificación de un condenado a muerte por sus crímenes.
Por cierto, entre los once puntos de Costa figuraba uno que proponía la creación de un poder judicial digno de su función. Si veinte años no es nada como dice el tango, cien tampoco parecen gran cosa.