Después del ensayo de hace algo más de un mes, insiste el Jefe del Estado en calzarnos su nueva versión del cuento de Navidad para éste año, seguramente por mantener una tradición cuyos orígenes se remontan al mismísimo dictador. Como el guión del de ayer sigue muy de cerca al del ensayo no creo que merezca la pena analizar éste, por no reiterar lo ya dicho respecto al buenismo que caracteriza éste tipo de mensajes vacíos de contenido y tan alejados de la realidad social del país, que parece que se habla de una España que yo, sinceramente, desconozco. Aunque quizá sí merezca la pena destacar su renovado apoyo y agradecimiento -siguiendo otra tradición, puramente borbónica ésta vez- a quienes han propiciado un golpe de mano claramente antidemocrático para garantizar que uno de los dos pilares del bipartidismo continúe, mal que bien, erguido; por no hablar de la particular interpretación en su discurso de las reivindicaciones mantenidas por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) que, para él, supone abrir heridas cerradas y que, sin embargo, los descendientes de más de 100.000 españoles -y también la ONU- consideran heridas abiertas aún después de 80 años (el tiempo por sí sólo no basta para que cierren); que malamente se puede abrir lo que no está cerrado. Por lo demás, todo un variado surtido de tópicos con que rellenar el tiempo de la obligada charleta navideña, algunos de los cuales no por tópicos dejan de ser irritantes, como el que se empeñó en repetirnos unas cuantas veces: los españoles somos buenísimos, pero tenemos que mejorar. Pues qué bien; no me extraña que ésta sea una tierra con tantos santos(as) y beatos(as) camino de serlo.
Cartas (notas) prescindibles, reflexiones al hilo de lo que sucede (principalmente en España)....
domingo, 25 de diciembre de 2016
martes, 20 de diciembre de 2016
Sólo pobreza
Seguro que todos los que se ven en tan dramática tesitura y obligados a tan cruel elección, piensan lo mismo -pero por motivos muy distintos, evidentemente- que lo que dicen que ha expresado la hermana menor del actual Jefe del Estado: qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país. Lo malo es que para todas esas personas no hay visos de que ésto -las condiciones sociales que atañen a los pobres- acabe y seguramente carecen de las posibilidades necesarias para poder exiliarse en Suiza. Y que nadie se extrañe si en la frase anterior añaden calificativos poco amables para éste país.
¿Feliz Navidad?
¿Feliz Navidad?
lunes, 12 de diciembre de 2016
Café-café

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(*) y posteriores...
lunes, 5 de diciembre de 2016
Aquellas garantías constitucionales

¿Qué?, ¿que no es bonito?; ya sólo queda cumplirlo, porque pocas de esas garantías han pasado del papel a la calle tras 38 años, edad en la que actualmente muchos españoles echan en falta todas y cada una de esas garantías (incluída la última que, a la vista del incumplimiento de las anteriores, no esperan llegar a disfrutar nunca), aunque todas ellas vinculan a todos los poderes públicos en garantía de su cumplimiento, según reconoce expresamente la propia Constitución.
Sí, yo también me lo pregunto: ¿qué celebramos en España?
jueves, 1 de diciembre de 2016
Desafortunadamente

Que los grupos municipales de PSOE, Ganar Alcorcón, Ciudadanos e IU-LV -que
suman 17 de los 27 concejales- hayan presentado -y ganado- una moción urgente para exigir la dimisión inmediata de
David Pérez (PP) como alcalde de Alcorcón, al parecer no es suficiente para que éste, a quien le parece muy sorprendente que hayamos llegado al siglo XXI todavía con ese
feminismo rancio, radical y totalitario, asuma el resultado de esa votación, ya que, según él, la decisión de quién gobierna no se toma en una votación de este tipo,
sino en unas elecciones -según ya lo expresó con meridiana claridad el propio Rajoy- donde los vecinos van a votar; que ya hayan votado y ello haya supuesto una representación en concejales que, mayoritariamente, ha solicitado su dimisión, al parecer no le concierne.
Según el señor Pérez, sus insultos a las feministas son un montaje. Ya, pero un montaje que él mismo ha ido montado con perseverancia. Porque sus palabras no se deben a una ausencia accidental de la diosa Fortuna, ya en Agosto de éste mismo año demandó a la asociación Arcópoli por haberle acusado de homofobia,
transfobia y bifobia, a lo que ésta Asociación respondió con un breve historial reciente del señor Pérez en una carta abierta en El País.
A pesar de todo ello, el señor Pérez no se considera a sí mismo machista. Está claro que lo que más puede llegar a separarnos es el propio lenguaje, o por ser más exactos, la semiología.
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