El flamante consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Francisco
Javier Rodríguez, ha comenzado el ejercicio de sus responsabilidades bajo
una doble contradicción: la primera global, ya que sus antecedentes en
cuanto a fervor privatizador superan incluso a los del recientemente
dimitido consejero de Sanidad, el señor Fernández Lasquetty, cuyos intentos en ese sentido le han llevado a una dimisión debida a la contestación
tanto de profesionales sanitarios como de usuarios y ciudadanos.
La segunda contradicción tiene relación con la primera y podríamos decir que si la primera es de fondo, la segunda atañe a las formas. En un breve discurso de toma de posesión, el señor Rodríguez ha aludido al diálogo como forma de solucionar conflictos, incluso "dejándose la piel" en ello. Aunque no creo que nadie lo desee -aún- despellejado, ha sido acabar su discurso y marcharse sin admitir preguntas de los periodistas. No sé que entenderá él por diálogo.
La segunda contradicción tiene relación con la primera y podríamos decir que si la primera es de fondo, la segunda atañe a las formas. En un breve discurso de toma de posesión, el señor Rodríguez ha aludido al diálogo como forma de solucionar conflictos, incluso "dejándose la piel" en ello. Aunque no creo que nadie lo desee -aún- despellejado, ha sido acabar su discurso y marcharse sin admitir preguntas de los periodistas. No sé que entenderá él por diálogo.
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