Leo en El País el excelente artículo de Alex Grijelmo "Lo peor ha
pasado" donde compara los patéticos esfuerzos del gobierno intentando
convencernos -y no sé si convencerse- de que lo peor ha pasado con
decirle eso mismo a quien ha perdido una brazo: efectivamente, el
traumatismo de la amputación quedó atrás, pero continúa manco. Paso a
la Sección de Cartas al Director y constato de primera mano el
panorama: una arqueóloga que come gracias a su trabajo de aupair
en Holanda contenta de codirigir un proyecto arqueológico en el que toda la
ayuda oficial consiste en asegurarla el menú, el viaje y los
rotuladores -todo lo demás por su cuenta- y otras dos cartas que exponen
la situación de la justicia en éste país. Ninguna carta de alguno de
los seis millones de parados de este país contando su caso: seguramente
ya no tienen ni la voluntad de comunicar su drama, al igual que ya
perdieron la esperanza de encontrar un trabajo. Vuelvo a Elvira Lindo y
su artículo ¿Es ahí la guerra?, sobre el genial humor de pobres y
posguerra de Gila. Pues sí, la guerra es aquí, y ya se sabe que la
primera víctima en todas las guerras es la verdad. Porque no es cierto
que lo peor haya pasado, lo vivimos a diario.
No hay comentarios :
Publicar un comentario