En mi memoria, uno de los peores recuerdos que guardo de la
intentona golpista del 23-F es la sensación de bochorno al imaginarme
las fotos del teniente coronel Tejero, pistola en mano, dirigiéndose a
los diputados del Congreso, publicadas en los medios del extranjero.
Suponer cual sería la imagen que dimos como país al exterior
cuando un representante de las fuerzas del orden -tocado con algo
semejante a una montera de torero- secuestraba de una forma tan zafia y
por la fuerza de las armas la voluntad política del país es algo que aún
hoy me produce sonrojo.
De forma similar, en la actual crisis política actual centrada en los casos de corrupción y concretamente, en la financiación irregular del PP, no es lo que mejor llevo saber que en los medios extranjeros circularán en detalle los papeles de la contabilidad de Bárcenas o los SMS cruzados entre Bárcenas y Rajoy cual actualizados tricornios textuales, entre otros detalles igual de chuscos.
De forma similar, en la actual crisis política actual centrada en los casos de corrupción y concretamente, en la financiación irregular del PP, no es lo que mejor llevo saber que en los medios extranjeros circularán en detalle los papeles de la contabilidad de Bárcenas o los SMS cruzados entre Bárcenas y Rajoy cual actualizados tricornios textuales, entre otros detalles igual de chuscos.
No sé si los responsables del
PP, que se diría que son los descubridores de la marca España -por la frecuencia con que manejan tan novedoso concepto- , son conscientes del daño que esto hace al país como tal. La evidente corrupción
institucional que se nos impone, va a acabar siendo conocida en todo el
mundo como la verdadera marca España.