miércoles, 29 de junio de 2011

Teatro político

¡Cómo no indignarse y comprender a los que se indignan y lo hacen saber!. Ayer, en el debate sobre el estado de la Nación se representó el enésimo acto de la perpetua representación teatral en que consiste básicamente el discurrir de lo que la clase política entiende por política. El mensaje apocalíptico y dramático -pero de teatro malo- de Mariano Rajoy -"O yo o el Diluvio"- se vio contestado por una reafirmación también dramática -y también olvidable- de los números que según el presidente del gobierno justifican su actuación en sus siete años de mandato. Remataron ambos el acto con fórmulas de cortesía -deseándose personalmente y a sus respectivas familias lo mejor de lo mejor- que recordaban, un vez más, teatro del malo. Para otra ocasión, o quizá para nunca, el debate de ideas de uno u otro lado que encaren con inteligencia el evidentemente necesario cambio de modelo social y económico que permita un futuro viable para nuestro país. Y por lo que respecta al cambio que dicen que nos aguarda, en el que el PP se verá elevado a los altares del poder, estoy convencido de que sobra la o disyuntiva: será él y el Diluvio, simultáneamente.

martes, 21 de junio de 2011

Deudas y rescates

Consciente de mi profundo desconocimiento en temas económicos -sobre todo de su terminología- he recurrido al oráculo Google y le he planteado la pregunta ¿que significa reestructurar una deuda?, a la que con diabólica presteza -0,16 segundos- me ha suministrado nada menos que 1.130.000 sitios de los que tomar datos para poder formarme opinión. En resumen, se trata de que si alguien no puede pagar una deuda se aumenta el tiempo en que pueda devolverla disminuyendo el monto de los plazos y modificando los intereses, lo que, a veces, se consigue refinanciando la deuda con un segundo crédito cuyo objetivo es pagar el primero. Todo ello tiene el propósito de facilitar la devolución del préstamo modificando las condiciones a conveniencia de prestatario y prestamista: el primero dispone de más tiempo para pagar, pero paga finalmente más, con lo que el segundo no pierde. Hace poco más de un año la Unión Europea "rescató" al Estado griego. Rescatar, en este caso, significó prestar un dinero imponiendo unas condiciones que ya entonces se preveían como contraproducentes para recuperar el préstamo, ya que incidían directamente en las posibilidades de recuperación de la economía griega, en un país que tiene una deuda que equivale al 150% de su PIB y soporta un paro del 15,9%. Estos días tanto el FMI como la Unión Europea se plantean la necesidad de un segundo "rescate", para lo cual, y a la vista de la inviabilidad del primero, proponen que el Estado griego privatice -venda- muchos servicios públicos y que buena parte del dinero necesario lo solicite a bancos privados. Y yo me pregunto ¿como van a ser rentables servicios públicos que que los griegos no podrán pagar y qué bancos privados van a querer poner dinero en tan incierto negocio?. Claro que yo no soy un experto, a diferencia de las mentes pensantes del FMI y del BCE.

jueves, 16 de junio de 2011

¿Aún hay margen?

Según el gobernador del Banco de España existe "cierto margen" para abordar un nuevo ajuste en la remuneración de los funcionarios "dado que se observan diferencias salariales significativas entre la remuneración por asalariado en el sector público frente al privado", sobre todo -añade- "en los estratos de baja cualificación". También hace poco el señor Férnández Ordóñez señalaba el "pánico de los empresarios a contratar" mientras no se aborden las necesarias reformas estructurales, lo que, sin saber mucho de estructuras,   significa seguramente que cuando el empresario deje de lucrarse, el trabajador debe de forma inmediata y sin más trámite convertirse en un parado sin derechos. Parece que sólo así los empresarios disminuirían su preocupante nivel de estrés. Volviendo a los funcionarios, lástima que éstas interesantes equiparaciones  entre el sector público y el privado no se establecieran en épocas de "vacas gordas", cuando el incremento salarial anual de los funcionarios nunca llegaba a equipararse con el IPC y mucho menos al nivel salarial del sector privado a igualdad de categoría profesional, acumulando un decremento salarial perpetuo año tras año. Pero lo sangrante está en el añadido: al parecer a los funcionarios a los que sugiere "exprimir" más el señor gobernador es a los que pertenecen a la categorías inferiores, a los estratos de baja cualificación. Manifestaciones como éstas, desde lo alto de un butacón bien mullido -y forrado- garantizan sin duda una indignación a la que es difícil mantener bajo el control de las buenas maneras para los afectados por tan desinhibidos consejos macroeconómicos.  No sé si el señor Fernández Ordóñez es consciente de ello.

miércoles, 15 de junio de 2011

Antisistema

Para uno de los representantes de la derecha mediática, el movimiento 15-M -además de la enésima maquinación de Rubalcaba- es una mezcla de franciscanos, etarras y mendigos. Para la derecha política el 15-M se compone principalmente de "perroflautas" - una tribu urbana que principalmente se nutre de punkarras, hippiosos, anarkas, okupas y gente poco higiénica en general, según la Frikipedia- y para uno de sus más preclaros exponentes, Esperanza Aguirre, son "precursores de movimientos totalitarios" (!!) y, en general, personal "antisistema". Y ella sabe de lo que habla, ya que incluso ocupando el cargo  de presidenta de la Comunidad de Madrid fué capaz de promover una campaña de desobediencia civil en contra del pago del IVA, por ejemplo. Y que las personas que integran el movimiento 15-M sean "antisistema" es lo menos que podría esperarse en justicia ante un sistema que aunque teóricamente defiende el derecho a una vivienda y un trabajo dignos para todos los españoles -eso se lee en la vigente Constitución- no hace nada para garantizar su cumplimiento efectivo. En todo caso, yo más bien estoy de acuerdo con una de las pancartas que pude leer en la acampada del movimiento 15-M en la Puerta del Sol: "Yo no soy antisistema, es que el sistema es anti-yo". ¿O lo estoy confundiendo con una viñeta de El Roto?.


viernes, 10 de junio de 2011

Tribunales

 El juicio de Nüremberg a los jerarcas nazis una vez finalizada la segunda guerra mundial marcó un hito en el entendimiento y aplicación de la justicia; por más que tuviera una importante carga de ajuste de cuentas y que después de ese juicio la comunidad internacional continuara empantanada en "pequeñas" guerras -injustas e injustificables- al amparo de la Guerra Fría, sin ese hito hoy quizá no existiría la Corte Penal Internacional y los genocidas de la última guerra de los Balcanes -por ejemplo- habrían quedado impunes. 
Existe hoy otro hito de la justicia que está pasando casi desapercibido: Islandia juzga al ex primer ministro islandés Geeir H. Haarde, acusado de negligencia grave por su gestión de la crisis económica en su país. Según él se trata de una pura venganza política, pero no es previsible que eso detenga a un tribunal del que el pueblo islandés -muy previsoramente- se dotó hace bastante tiempo para poder juzgar a sus dirigentes. 
A ver si cunde el ejemplo, que ya han pasado los tiempos en que los reyes -y algún que otro dictador o caudillo-  respondían únicamente ante Dios.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Islandia/ejemplo/elpepuopi/20110611elpepiopi_6/Tes

miércoles, 1 de junio de 2011

El mundo al revés

Desde el comienzo mismo de la guerra civil, los sublevados comenzaron a fusilar a los que permanecieron fieles a su juramento y deberes para con la República por el paradójico e imposible -en ellos- delito de auxilio a la rebelión. Hoy, seguramente para conmemorar los 75 años del comienzo de aquél incivil baño de sangre, está próxima a su publicación una obra de la Real Academia de la Historia -que se ha financiado con unos cuantos millones de dinero público- en la que se afirma que dictadura fue la de República bajo Negrín como presidente de la misma, mientras que Franco instauró y presidió un régimen autoritario, pero no totalitario. Perpetuando -científicamente- el mundo al revés.