viernes, 3 de febrero de 2012

Volviendo al pasado

Durante el franquismo fue "pan y fútbol", que se consideró la necesaria actualización del "pan y circo" de los romanos: los asesores del dictador descubrieron que la lucha de clases podía de algún modo canalizarse en inofensivas discusiones de bar. También parecía responder a una progresiva actualización -más civilizada y mostrable- del tradicional "pan y toros" de esta sangrienta España.
Pues bien, hoy, dentro de una crisis de perspectivas nada esperanzadoras, cuando se nos dice que es necesario un recorte brutal de servicios públicos y subida de impuestos para equilibrar el déficit del Estado, parece que es propósito del actual gobierno “la puesta en valor de los toros como un bien cultural” lo que, traducido, quiere decir que el Estado destinará fondos públicos a la fiesta de los toros.
No estoy en contra de que se celebren fiestas de toros, tampoco del fútbol -con esas increíbles y poco ejemplarizantes retribuciones a sus estrellas- ni de que que cada uno sea fiel de la religión que elija, pero desde luego, lo que no me suliveya, es la idea, puesta en práctica habitualmente, de que yo deba contribuir con mis escasos recursos a financiar actividades que son -o deberían ser- totalmente privadas y particulares; es decir que en ningún caso deberían ser financiadas con fondos públicos.
“En Catalunya no habrá más toros, a no ser que vengan con la Legión” le espetó Joan Tardà, de ERC, al ministro del ramo taurómaco -entre otras competencias- José Ignacio Wert, que al oírle se quedó con cara de póker y como sopesando esa posibilidad. Que todo podría ser; no sé a que año llegaremos en esta acelerada vuelta al pasado.

jueves, 2 de febrero de 2012

Líos

Parece que nada más recibirlo, Mariano Rajoy le espetó a Artur Mas "vivo en el lío", a lo que Mas le respondió  "yo también, yo también". De lo que vamos conociendo al presidente del Gobierno en estas intimidades coloquiales, supongo que se referiría a la confusión, desorden o embrollo que le supone su flamante cargo y que, muy probablemente, no le permita una lectura sosegada de la prensa deportiva como sería su deseo. Que no creo que se refiriera -por muy campechano que sea- al lío como amancebamiento, esto es, al trato sexual habitual fuera de las normas establecidas, pero a nivel político, naturalmente. Mas, en todo caso, estuvido rápido de reflejos, por si acaso. O quizá es que no quiso confesar estar menos liado: estar muy liado es simpre un nivel de status para un ejecutivo. Otra cosa es que sepan resolverlos.

Un detalle


La Iglesia católica en este país recibe anualmente del Estado -por distintos conceptos y exenciones- una cantidad superior a los 10.000 millones de euros; quiere ésto decir que cada ciudadano español -no importa a estos efectos que sea ateo, agnóstico o creyente en otros credos- aporta anualmente unos 200 euros a la Iglesia católica. Concretamente, una de las partidas, la asignada al mantenimiento del patrimonio artístico propiedad de la Iglesia católica, es de unos 500 millones de euros, o sea que de los 200 euros mencionados, unos 10 lo son por este concepto. 
Si esto  es así -y sin posiblidad de que yo pueda negarme a tales aportaciones involuntarias en la declaración de la renta- me gustaría que la Iglesia católica, al menos, me remitiera un bono de 10 euros con el fin de que de él se me dedujera la entrada para la visita de edificios religiosos en cualquier punto de España, ya que se ha convertido en práctica general cobrar por tales visitas. Y no es que me fuera a servir de mucho, dados los precios en que la Iglesia tasa el acceso a la contemplación de sus tesoros, pero al menos sería un detalle, en estos tiempos de crisis.

El dolor de un banquero

Pese a que los beneficios declarados del Grupo Santander han supuesto en 2011 más de 5.000 millones de euros, el señor Botín estima que los políticos "han hecho las cosas mal" y que "es necesaria cuanto antes una reforma laboral profunda y de calado". Ha añadido que los pasos que está dando el nuevo gobierno español son muy positivos y que aunque "son medidas muy dolorosas en el corto plazo", son "imprescindibles para el futuro".
Sabemos que el dolor es -como muchas de las experiencias humanas- intransmisible, el dolor no se puede explicar y su comprensión real es imposible hasta que se llega a la ingrata situación de su padecimiento. Muchos ciudadanos de este país agradecerían al señor Botín que no hablara de lo que no entiende, por no haberlo padecido: ni se imagina ese dolor. Y no parece que sea mucho pedir cuando él mismo reconoce que el gobierno ya está trabajando para mejorar el futuro, al menos el suyo: el balance de resultados del Grupo Santander.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Lo que piensa el presidente

Con un garboso braceo -se nota que hizo el servicio militar- se pasea el flamante presidente del gobierno de España por Europa y, para hacer amigos y romper el hielo -finlandés, por ejemplo-  va comentando que la reforma laboral que tiene en mente le -nos, creo- va a costar una huelga general: cuan negros deben ser sus pensamientos. Y como Jyrki Katainen asentía sin mucho entusiasmo, Rajoy le comentó al primer ministro holandés que "ahora viene lo más duro" porque "nos dejan una herencia muy complicada", ante lo que el holandés puso también cara de circunstancias.
Debería recordar nuestro dicharachero presidente que con otro tipo de herencia hubiera tenido escasas o nulas posibilidades de llegar a la presidencia del gobierno para  decir cosas tan interesantes a mandatarios europeos, cosas de las que -gracias a los medios- nos hemos podido enterar los españoles a los que, simplemente por respeto debido, debería informar de sus intenciones antes que a nadie.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/piensa/presidente/elpepuopi/20120201elpepiopi_9/Tes