miércoles, 12 de enero de 2011

Enternecedor

No deja de ser enternecedor oír a Felipe González -como desbarbado abuelo Cebolleta- clamar por un decidido gobierno europeo que meta en cintura a los mercados, instando a los políticos a sojuzgar al capital. Ayer, Gabriel Jackson se quejaba en El País de que Obama, en vez de seguir políticas inspiradas en el New Deal de Roosevelt, se haya dejado convencer por sus asesores de que lo fundamental era recapitalizar las instituciones financieras para que estas prestaran dinero a empresas e industrias, que a su vez crearían millones de empleos: la vieja teoría, tan cara a los neocapitalistas -y que parece aceptarse actualmente como ley universal- de que una vez ahítos los poderosos habría suficientes migajas para que todos los demás comiéramos. Ya digo, enternecedor Felipe, se crea él mismo o no lo que dice.

Interés general

En 1997, el entonces vicepresidente del Gobierno, el señor Alvarez-Cascos se planteó regular a golpe de  leyes y reglamentos las retransmisiones deportivas -especialmente el fútbol- aduciendo preservar el interés general, cuando resultaban transparentes -ya entonces- los intereses empresariales y mediáticos que estaban en juego. Hoy es Dolores de Cospedal quien ocupando el mismo cargo de secretaria general que en su día ostentó Alvarez-Cascos en el PP, aduce el interés general como justificación para que el señor Alvarez-Cascos no sea candidato por Asturias y continúe fuera del PP donde se ha situado por propia decisión. Es lo que tiene el interés general, que es tan general que está en cualquier sitio y sirve para todo.

martes, 11 de enero de 2011

Argumentos de autoridad

Aunque Francisco Rico no sea fumador (*) -según nos enteramos al final de su artículo de hoy en El País- de seguro tiene amigos que lo son y que supongo que lo han animado a exponer una serie de alegatos en pro de los perseguidos fumadores. Tengo que reconocer que cada vez me sorprende más el hecho de que figuras de prestigio en distintas actividades, a los que se le supone formación, criterio y objetividad por encima del ciudadano común, sean capaces en enhebrar un desatino tras otro gracias a una utilización intensiva del argumentum ad verecundiam y falacias sucesivas. Afirmar,como él hace, que la reciente ley antitabaco "es un golpe bajo a la libertad, una muestra de estolidez y una vileza" es claramente una desmesura, pero cuando concede que la prohibición de fumar en muchos lugares públicos es una medida juiciosa y se hace la pregunta retórica ¿en todos?, él mismo debería haberse contestado que, efectivamente, en todos, puesto que son públicos y a ellos -en tanto que públicos- pueden concurrir fumadores y no fumadores. Y para golpe bajo -bajísimo, diría yo- su afirmación de que no pocos de los argumentos contra el tabaco carecen de rigor científico y son simple fruto del desconocimiento, comparando al tabaco con el aceite de oliva, que se consideraba malo para el colesterol hace unos años. Supongo que estará esperando a que alguna investigación científica -superadora del supuesto desconocimiento actual de la materia- le anime a convertirse en fumador por los efectos de la nicotina contra el mal de Alzheimer o el Parkinson, por ejemplo. Miedo me da el día que el señor Rico opine sobre el cambio climático, sin ir más lejos.


(*)...y parece que el señor Rico nos ha querido engañar, según he leído después en El País, en una Carta al Director de Magdalena Azabal Arroyo, el 14-01-2011.

miércoles, 5 de enero de 2011

Líderes

Parece que la directiva del PP ha decidido jubilar -por métodos indirectos, al más puro estilo Rajoy- al señor Álvarez-Cascos; vamos, que lo han dejado en el paro, políticamente hablando, lo que ha llevado a éste a proclamar su "disponibilidad para liderar un proyecto político" al margen del PP. Inmediatamente, el Centro Democrático Social (CDS) ha ofrecido a Independientes de Asturias (IDEAS) un acuerdo para concurrir conjuntamente a las elecciones autonómicas en el Principado con un proyecto "centrista, transversal y de progreso" encabezado por Francisco Álvarez-Cascos. Desde el CDS se asegura que esa iniciativa se ha adoptado tras analizar y tomar en cuenta "más de 600 mensajes" recibidos "de ciudadanos de toda España, pero principalmente de Asturias", que les reclamaban "actuar" para que el Principado cuente con "una alternativa sólida al bipartidismo, que devuelva el sentido común a la política asturiana y ofrezca soluciones eficaces a la crisis". Tras tamaña efervescencia popular -principalmente en Asturias- el señor Álvarez-Cascos, incapaz de desoírla, seguramente se reconvierta en progresista, transversal, centrista y demócrata radical multipartidario: cualquier cosa antes que el paro. Eso sí, de líder.

Malos humos

Coincido con Elvira Lindo en el fondo de su artículo de hoy en El País -Humo- en atribuir a la ciudadanía de éste país un carácter maximalista. Aquí, los pro y los anti han procurado tradicionalmente dejar poco espacio a los que no tienen opinión que, en numerosas ocasiones, resultan ser la inmensa mayoría. Hasta Machado reconocía la labor -helarnos el corazón- que una de las dos Españas tenía encomendada históricamente, bien con los de la contraria bien, lo más frecuente, con los habitantes de la tercera España, que ni se mencionaba. Por eso, me producen indignación o tristeza -dependiendo de mi personal aprecio a cada quien- las observaciones y manifestaciones pro-tabaco de León de la Riva, Fernando Savater o Javier Marías, que ahora recuerde. Y desmesuradas son, efectivamente, las del alcalde de Valladolid -seguramente debidas a su autodiagnosticada incontinencia verbal- "primero empezaron con los judíos, aquí denunciamos a los fumadores", equiparando la ley antitabaco con la legislación de los regímenes racistas y fascistas, lo que le da pie a Elvira Lindo para comentar "Brecht revisitado". Buena ocasión para recordar que los famosos versos -más bien parte de un sermón- que comienzan "En Alemania, primero vinieron a por los comunistas, pero yo no dije nada, porque no era comunista..." nadie sabe por qué atribuidos a Bertolt Brech, en realidad son de Martin Niemöller, pastor evangélico alemán opuesto al nazismo. Por cierto, según Niemöller, primero fueron los comunistas, luego los sindicalistas y por último los judíos.