sábado, 8 de febrero de 2025

El karma (suceso imaginario)

Un pino creció justo al lado de un obús de gran calibre  semienterrado y sin explosionar desde la guerra civil. El pino creció lentamente, a ritmo de pino, y sus raíces fueron abrazando la bomba: la vida y la muerte, tan cerca. Pasaron casi noventa años, al cabo de los cuales una de las raíces del pino se aproximó tanto al percutor de la bomba, que ésta no pudo si no hacer aquello para lo que había sido programada: reventar en una gran explosión; el pino resultó destrozado por la parte inferior y quedó inclinado y sujeto precariamente al borde de un cráter de varios metros. Los artificieros desplazados al lugar han determinado que la única explicación posible es la expuesta, ya que no se ha encontrado a nadie -vivo o muerto- que haya visto o  manipulado el explosivo y también descartan la posibilidad de que hubiera sido un animal, además de que el suceso se ha producido de madrugada; distinto hubiera sido si la explosión hubiera sido de día, ya que el lugar se encuentra cerca de un camino bastante transitado por los residentes de una conocida urbanización de lujo en Somosaguas (Pozuelo de Alarcón) que, lógicamente se despertaron alarmados por un suceso que no han podido evitar los avanzados sistemas de seguridad de que dispone una urbanización tan exclusiva.

A veces el karma lo intenta, pero no cierra el círculo completamente.

No hay comentarios :

Publicar un comentario