Gran expectación: el señor presidente del gobierno ofrece -¡en directo!- una
rueda de prensa desde Bruselas, tras la reunión del Consejo Europeo. Pues
bien, ante las previsibles preguntas de los periodistas sobre el 'caso
Bárcenas' y las responsabilidades del PP en él, su presidente sólo dijo
que se limitaría a respetar las decisiones judiciales -¿sería tolerable
lo contrario?- y ya. A la también previsible insistencia de los medios
frente a tan parca información, Mariano Rajoy respondió con una "y a la
segunda (pregunta) ya tal". Que suponemos que tal quería decir que ya
había dicho todo lo que quería decir sobre tan espinoso tema, o sea, nada. Con tal capacidad de
comunicación del número uno del PP no desdicen -antes bien, están en la
línea jerárquicamente esperable- las declaraciones de su número dos, la
señora de Cospedal, con sus "finiquitos en diferido", y las del número
tres, el señor Floriano, con sus pomposas y repetitivas obviedades.
Para estas ruedas de prensa, mejor que vuelvan al plasma; al menos
periodistas y medios se ahorrarán los gastos de desplazamiento.