viernes, 7 de octubre de 2011

El Estado

Esto del déficit y del imprescindible equilibrio presupuestario no acabo de entenderlo. Básicamente se trata de no gastar lo que no se tiene; hasta ahí bien, pero puesto que quien se lo gasta parece que es el Estado, ¿qué o quien es el Estado? Lo más breve que he encontrado definido se refiere a "una organización social, política, soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones involuntarias, que tiene el poder de regular la vida nacional en un territorio determinado". Política, coercitiva, instituciones involuntarias. Ya lo voy pillando. Sigo buscando y me encuentro que, según Max Weber (1919) el Estado es  una"asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, a este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de su dirigente y ha expropiado a todos los funcionarios estamentales que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas”. Dominación, violencia, expropiación, funcionarios. No hay como leer para enterarse de las cosas.

Habichuelas mágicas

Es sabido que el líder del PP y próximo candidato a la presidencia del gobierno ha apoyado explícitamente a la secretaria general de su partido -y también presidenta de Castilla-La Mancha- en el recorte del 20% en el Presupuesto castellano-manchego. Con esa facilidad ejemplificadora y metafórica que le es propia, Mariano Rajoy ha dicho que los recortes suponen "sembrar hoy para recoger mañana". No soy agricultor, pero yo siempre había creído que había que sembrar algo si es que se pretende recoger, pero, al parecer, las semillas utilizadas por la señora  de Cospedal en sus recortes poseen virtudes milagrosas superiores a las del cuento de las habichuelas mágicas: de la nada crearán cosecha abundante. Aunque es previsible que ésta consista en la recolección de analfabetos, dependientes y enfermos desasistidos, pensionistas hambrientos y parados sin cobertura. En fin, ya conocemos una de las recetas económicas que ejecutará -nunca mejor dicho- el señor Rajoy en España, si gana las elecciones.

La campana de Gauss

En ambientes matemáticos y, especialmente, estadísticos es conocidísima la denominada "campana" de Gauss, una curva que, por ajustarse a la frecuencia de fenómenos reales, se conoce también como de "distribución normal". Su importancia radica en que permite modelar la mayoría de sucesos naturales, sociales y psicológicos y su primera propiedad es que es una curva simétrica respecto a la media. Tan universal es su aplicación que hoy le he encontrado una nueva: la descripción del desarrollo histórico y social de este país durante el transcurso de mi propia vida. Nacido a principios de los años cincuenta del siglo pasado, recuerdo una España socialmente gris y de trabajosa subsistencia en el aspecto económico, productos ambos de la larguísima posguerra; mis padres me dijeron que incluso dispuse al nacer de cartilla de racionamiento: estábamos al comienzo de la curva. Luego ésta fue elevándose: el "milagro" económico, el fin de la dictadura, la ilusión colectiva, la integración de España en Europa. Si fuera necesario establecer una fecha del punto álgido, la media de la curva, la podríamos situar en el año 1992, el de las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla. Después, la curva de inflexible simetría nos ha hecho bajar por el tobogán de la Historia, sacándonos, a veces de forma acelerada, de nuestras patéticas ilusiones de nuevos ricos. Espero que, sin estorbar las leyes de la probabilidad, pueda acabar mi vida sin llegar de nuevo a la cartilla de racionamiento.

jueves, 6 de octubre de 2011

Colapso

Según Jared M. Diamond en su obra Colapso, en la cual se analizan tanto las causas del final de civilizaciones pasadas como el posible colapso de la actual, concluye que las causas para esto último serían tanto el cambio climático de origen antropogénico, como la acumulación de químicos tóxicos en el medio ambiente, la escasez de energía, y el agotamiento de la capacidad fotosintética de la Tierra, causas todas ellas claramente interrelacionadas. Pero, ya hace bastante, el historiador Arnold J. Toynbee dedicó gran parte de su vida a la extensa Un estudio de la Historia para concluir, por su parte, que la quiebra de las civilizaciones no está causada por la pérdida del control sobre el medioambiente, ni por ataques exteriores, ni por ninguna otra causa física, si no por el deterioro de la Minoría Creativa que deja de serlo y degenera en una Minoría Dominante que ostenta permanentemente -sin merecerlo- antiguos méritos, convertida en obstinada defensora de privilegios de clase y, lo peor, que falla repetidamente al afrontar los retos del presente, su justificación última.
Como creo que actualmente se dan tanto las circunstancias expuestas por Diamond como las defendidas por Toynbee, la conclusión es clara: por un camino u otro -o por los dos- llegaremos al colapso de forma inevitable. Hoy tengo el día optimista.

miércoles, 5 de octubre de 2011

En número redondos

Si estimamos el importe mínimo de la prestación por desempleo en 5.000 euros anuales, la indemnización de cada uno de los tres directivos despedidos de Nova Caixa Galicia serviría para pagar el paro anual a 1.500 parados. Las empresas que cotizan en el Ibex obtuvieron durante 2010 unos beneficios declarados de 50.000 millones de euros, equivalente al paro anual de 10 millones de españoles. Los altos directivos de las empresas del Ibex percibieron, en 2010, salarios medios de un millón de euros cuando el salario medio de los trabajadores españoles se sitúa en torno a los 20.000 euros anuales, es decir, cincuenta veces menos; cualquiera de estos trabajadores no ganará en toda su vida laboral -por larga que pretendan imponérnosla- lo que gana en un año un directivo cuyo principal cometido es lograr beneficios de su empresa al precio que sea, principalmente engrosando la lista de parados. Por otra parte, con el importe estimado del fraude fiscal en este país -250.000 millones de euros- se podría pagar el mencionado sueldo medio anual de un trabajador a 12,5 millones de trabajadores -o sea, a todos los que actualmente trabajan en España-, o bien el paro de los cinco millones de parados actuales durante diez años. En números redondos, para hacernos una idea.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/cifras/cantan/elpepuopi/20111008elpepiopi_10/Tes