jueves, 22 de mayo de 2025

La dulce muerte

Había gran expectación en el público y la crítica ante el último estreno teatral de Robert Saville; expectación tanto por la obra en sí como por la reciente muerte de su pareja, la actriz francesa Elodie Duquesne. Al finalizar el estreno abordé a Saville y no sé si muy oportunamente comencé: 

-...la vida  sigue

Me miró fija pero serenamente unos segundos y comenzó a hablar a media voz:

-efectivamente; poco podemos hacer ante la vida pero nada ante la muerte.

-imagino que la buena acogida de su obra le habrá confortado en su pérdida.

-la vida es circular- me contestó un tanto enigmáticamente.

-¿está satisfecho con el montaje, habida cuenta del poco tiempo que la actriz que ha sustituido a Elodie ha tenido para preparar el personaje?

-sí, creo que ella también lo aprobaría.

-¿cree que el público ha entendido sus reflexiones sobre una aceptación serena de la muerte con estricta exclusión de creencias religiosas?

-Supongo que sí; siempre me pareció muy inteligente el aforismo de Juan Larrea: lo imposible se vuelve, muy poco a poco, inevitable; aunque perder la vida es un acto instantáneo, entenderlo o aceptar esa transición de imposible a inevitable es un proceso lento: necesita de toda una vida.

-Imagino que, dentro de su dolor, la forma en que falleció Elodie...

-Sí, no imagino mejor manera de morir que mientras se duerme; se diría que el título de la obra ha sido premonitorio.

Me apretó cariñosamente el antebrazo y me parece que suspiró dentro de un cierto gesto de cansancio. Le acompañé a la puerta del teatro donde levantó la mano ante las preguntas de otros periodistas y se alejó caminando lentamente por la calle Príncipe moviendo acompasada y elegantemente su bastón de caoba con empuñadura de plata.

 

sábado, 17 de mayo de 2025

Preeminente

...que yo supongo que algún mando de la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) deseoso de dar a sus informes un aire distinguido y lustroso se haya puesto fino por encima de sus posibilidades recurriendo al adjetivo preeminente para calificar el supuesto papel o participación que ha jugado el fiscal general del Estado -Alvaro García Ortiz- en la filtración/revelación de datos personales en el caso seguido por el Estado contra la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid (INDA; Isabel Natividad Díaz Ayuso) que también supongo que continúa siendo -pareja e investigado-  Alberto González Amador.

Dejando aparte dos hechos importantes y asombrosos:

1º)  Que tenga más recorrido judicial el hecho de la filtración -de origen aún desconocido- que el presunto delito de fraude fiscal de Alberto González Amador y

2º) Que la investigación esté finalizando sin que se hayan encontrado pruebas que vinculen a los investigados con la supuesta filtración por parte del fiscal general del Estado

...voy a volver al principio y al uso de la palabra preeminente, que según el diccionario significa Sublime, superior, honorífico y que está más elevado, para cuestionar y/o entender si el calificativo, en el que se han ratificado los autores del informe de la UCO ante el Tribunal Supremo, es el más adecuado; veamos si, en vez de preeminente, funciona la sustitución gramatical de sus sinónimos definitorios:

1º) La UCO ratifica el papel sublime del fiscal general en la filtración;

 2º) La UCO ratifica el papel superior del fiscal general en la filtración;

 3º) La UCO ratifica el papel honorífico del fiscal general en la filtración;

 4º) La UCO ratifica el papel elevado del fiscal general en la filtración;

...¿si?, ¿no?; ¡ah, bueno!, pues por eso,  que decía una nerviosa doncella de nombre Práxedes en Eloísa está debajo de un almendro, de Jardiel Poncela.

(Y  ya, dejamos a criterio del fiscal general el agradecer, o no, tan lisonjeros calificativos a los redactores del informe de la UCO (le vemos en la foto después de tomarse un tiempo consultando el diccionario); y eso que no he mencionado otros sinónimos de preeminente: predominante, preponderante, supremo, dominante, preferente, prioritario, primero, destacado, ilustre, insigne, alto y excelso. Que no me resisto a probar el último:

5º) La UCO ratifica el papel excelso del fiscal general en la filtración).

jueves, 8 de mayo de 2025

La Iglesia (católica) y el Estado (español)

Manuel Azaña era indudablemente defensor de la separación Iglesia/Estado y creyó que el advenimiento de la II República y su Constitución lo permitiría hasta el punto de pronunciar su famosa frase España ha dejado de ser católica; minusvaloraba don Manuel la capacidad reaccionaria de tan antigua institución de poder. Pocos años después Franco desfilaba bajo palio y su dictadura era de facto un régimen político teocrático -el nacionalcatolicismo- que habitualmente confundía delitos y pecados como en los mejores tiempos de la Inquisición en España.

Llegó la sacrosanta Transición del 78 con su Constitución, que en el Artículo 16 establece los principios de la libertad religiosa pero que en su apartado 3 recuerda que aunque Ninguna confesión tendrá carácter estatal, sin embargo (los peros acostumbran a ser importantes) Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Y este es el marco de la actual laicidad que se permite actualmente el Estado: una reconocida y calculada ambigüedad.

Ambigüedad por cuanto es muy difícil evaluar y cuantificar las creencias religiosas de la actual sociedad española -aunque una sociedad nunca es monolítica ni en sus creencias ni en nada, y menos actualmente- tampoco en cuanto que al ser las esferas pública y privada  distintas (lo que defendía Azaña) y pertenecer las creencias religiosas a esta última no ha lugar a establecer relaciones de cooperación de ningún tipo y, por último, porque de ser convenientes estas relaciones sólo se menciona una religión, quedando las demás creencias religiosas englobadas en un genérico las demás (les faltó declarar las no verdaderas a los padres de la patria) y a los ciudadanos españoles agnósticos y ateos como en un limbo social.

Recuerdo la normativa legislativa básica de la laicidad de que gozamos y sus límites, que no creo justificación para que el Telediario de RTVE -la televisión pública de este país- dedique más de tres cuartas partes de su tiempo -reloj en mano- y un despliegue de corresponsales  y medios que no he visto en ningún otro acontecimiento noticiable, para tenernos al tanto el proceso y desarrollo del cónclave cuyo objeto es la elección del futuro papa (que, por cierto, se escribe con minúscula inicial, como Iglesia católica).