Tras la bronca en el Parlamento Valenciano, el vicepresidente de esa comunidad, el señor Cotino, ha pedido disculpas a la diputada Mónica Oltra, de la que había dicho que desconocía a su padre -una forma casposa y propia de "señoritos" de tildar a alguien de hijo(a) de puta- en los siguientes términos: "pido la palabra para pedir excusas y perdón a la diputada Oltra por las palabra que pude decir ayer y que pudieran ser ofensivas". No, señor Cotino, puede no, las dijo, y efectivamente eran ofensivas, como es evidente y usted recuerda. No se trató de ninguna de una posibilidad, si no de un hecho, en ambos casos. Puesto que la diputada Oltra -seguramente dolida, pero con más elegancia que usted- ya le ha aceptado sus excusas, le propongo para futuras ocasiones -que creo fácil que se produzcan- la siguiente fórmula que, en todo caso, es más corta e inequívoca: "pido perdón al diputado/a X por las palabras ofensivas e impropias que le dirigí". Y, si le parece, puede hasta suprimir lo de impropias, dependiendo del respeto que le inspire a usted su cargo.
Cartas (notas) prescindibles, reflexiones al hilo de lo que sucede (principalmente en España)....
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