El fiscal general de Polonia insiste en que no tiene ninguna información sobre que el fallecido presidente Lech Kaczynski hubiera presionado al piloto para aterrizar pese a la densa niebla y desoyendo las recomendaciones de la torre de control del aeropuerto ruso cerca del cual se estrelló el aparato. Aparentemente descartado un fallo técnico y con la información disponible, parece que, salvo las grabaciones contenidas en la caja negra del avión siniestrado, no ha quedado nadie que pueda afirmar o desmentir tal información, lo que no detenido las especulaciones en éste sentido -basadas en algún antecedente similar- que suponen que el propio Kaczynski habría ordenado el aterrizaje. Lo cierto es que la muerte mejora muchísimo la conducta de las personas -sobre todo una vez muertas- pero continúa habiendo grados: parece que políticamente resulta más aconsejable atribuir un error humano al piloto del avión que al presidente de Polonia.
Cartas (notas) prescindibles, reflexiones al hilo de lo que sucede (principalmente en España)....
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