Muy interesante el artículo de José María Ridao en El País, La socialdemocracia en su laberinto, sobre todo, al poner el acento en la trascendencia de la adopción por parte de los ideólogos socialdemócratas a partir de finales de los años ochenta del siglo pasado de los postulados neoliberales o, al menos, del descubrimiento y aplicación de terceras vías coincidiendo con la caída del muro de Berlín, al deducir erróneamente de la caída de regímenes comunistas, que el capitalismo es el único modelo socio-económico posible en el mundo real. La enseñanza más evidente de esa experiencia y la clave para la recuperación de la socialdemocracia como alternativa de futuro es que al oso capitalista hay que mantenerlo sujeto y a distancia, siendo conscientes siempre de que su instinto natural, al que no renunciará nunca, es el de una fiera. A no ser que se pretenda morir ahogado entre sus efusivos brazos. Otra cosa es que a estas alturas nos queden aire y fuerzas para zafarnos.
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