Comenzó el señor Ruiz-Gallardón -en su época como alcalde de Madrid-
pidiendo la intercesión de la Virgen de la Almudena y su ayuda frente a
la crisis, pero ahora que la Virgen del Rocío nos va a echar un capote,
que la Virgen del Amor Hermoso -que antaño ya invocaban nuestras madres
en casos desesperados- ha sido condecorada con la medalla de oro del
mérito policial, que la Virgen del Pilar posee la Gran Cruz de la Orden
del Mérito de la Guardia Civi, y que la señora Botella, como alcaldesa
de Madrid, ha recurrido a pedir el auxilio del milagrosísimo Cristo de
Medinaceli, es prácticamente imposible que no salgamos de ésta. Y en
cuanto haga buen tiempo, a sacar a todos los santos en procesión
rogatoria, que seguro que están deseando echar una mano.
Cartas (notas) prescindibles, reflexiones al hilo de lo que sucede (principalmente en España)....
martes, 11 de marzo de 2014
Aplausos, sonrisas, gestos.
Según
el diccionario de la RAE, aplaudir es palmotear en señal de aprobación
o entusiasmo, y noto que últimamente aprobamos o nos entusiasmamos con
cosas tan diversas como un féretro -con su finado dentro-, una
manifestación -se supone que los manifestantes se aplauden a sí mismos-
o, como los diputados del PP, que aprueban y se entusiasman cuando
consiguen que el país declare la guerra a Irak.
También
es de uso habitual como gesto -venga o no a cuento- que las figuras
públicas sonrían: sonríen los imputados cuando se dirigen a explicar sus
fechorías al juez, sonríe el ministro del ramo cuando nos anuncia el
último e inmisericorde recorte y sonríen en general todos los miembros
de la clase política cuando nos intentan hacer creer lo increíble.
Y
pasa lo que tiene que pasar, que el gesto acaba perdiendo su
significado; se aplaude y se sonríe a contrapelo de la realidad. Incluso
en éste país del que Felipe Alfau ya hace casi un siglo dijo: España,
una tierra en la que ni el pensamiento ni la palabra, sino la acción
con un sentido -el gesto- se ha convertido en la especialidad nacional.
Por no mencionar que en estos tiempos acelerados, los políticos en su
afán de síntesis ya han pasado del gesto al aspaviento que aún es más
breve y más efectivo ante los medios de comunicación.
sábado, 1 de marzo de 2014
El céntimo sanitario
Que no era un céntimo y es dificilísimo llegar a saber si era sanitario,
resulta que ahora, tras una década -la justicia europea tampoco puede
presumir de rápida- de estar cobrándolo ilegalmente, la Administración
ha sido obligada a devolver 13.000 millones de euros, el importe total
de lo recaudado ilegalmente. Y resulta también que sólo quien puedan
acreditar con facturas su pago podrán intentar que se les reintegre lo
que pagaron de más; para todos aquellos que no disponemos de las
correspondientes facturas (podría estimarse en el 60% del total de lo
recaudado) será dificilísimo si no imposible recuperar lo que nos
corresponde. Y es que la justicia muchas veces no sólo llega tarde, sino
mal.
¿No sería una medida justa -y fácil de aplicar- que todas aquellas administraciones que cobraron de MÁS durante diez años, fueran obligadas a cobrar ahora de MENOS en la misma cuantía y durante el mismo tiempo a todos aquellos que fueran a repostar combustible?. Puede que fuera demasiado fácil, no sé.
¿No sería una medida justa -y fácil de aplicar- que todas aquellas administraciones que cobraron de MÁS durante diez años, fueran obligadas a cobrar ahora de MENOS en la misma cuantía y durante el mismo tiempo a todos aquellos que fueran a repostar combustible?. Puede que fuera demasiado fácil, no sé.